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FRAGANCIAS DE GRASSE
CERA DE SOJA
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cuidado de la vela Lu·Candles

Cuidado de la vela

Cuidar bien una vela no solo alarga su vida útil, sino que también potencia su aroma, su estética y, sobre todo, tu seguridad. Ya uses velas para relajarte, aromatizar tu hogar o crear ambientes especiales, saber cómo mantenerlas en perfecto estado marcará la diferencia.

Descubre los mejores trucos y consejos para que disfrutes al máximo de cada llama.

¿Por qué es importante cuidar bien tus velas?

El cuidado de la vela es una parte esencial para mantener la calidad del producto, alargar su vida útil y asegurar una experiencia óptima tanto a nivel olfativo como visual. Muchas veces damos por hecho que encender una vela es simplemente encender una mecha, pero lo cierto es que el uso incorrecto puede provocar:

  • Que la vela se consuma de forma irregular.
  • Que el aroma se disperse de manera deficiente.
  • Que se genere humo negro y hollín.
  • Incluso pequeños accidentes como derrames de cera sobre superficies delicadas.

Tipos de velas y cómo influyen en su mantenimiento

Cada tipo de vela tiene unas características particulares que requieren un tipo de mantenimiento específico. Conocer sus propiedades te ayudará a prolongar su durabilidad y rendimiento.

Velas aromáticas

Están formuladas con aceites esenciales o fragancias específicas, como las fragancias de Grasse en el caso de nuestras velas de Lu·Candles, que, al calentarse, se evaporan y ambientan el espacio.

El truco está en no encenderlas en habitaciones con demasiada corriente de aire, ya que el aroma se dispersa antes de ser percibido. También conviene encenderlas durante al menos 1 hora para que el aroma se distribuya de forma homogénea.

Velas de soja

Muy populares por ser veganas, sostenibles y producir menos hollín, además de por los múltiples beneficios de las velas de soja. Sin embargo, su punto de fusión es más bajo, lo que las hace más sensibles al calor ambiental.

Es mejor colocarlas en lugares frescos y no exponerlas a la luz solar directa. Además, al tener una textura más cremosa, requieren una mecha bien recortada para evitar que se ahoguen.

Velas decorativas

Suelen tener formas especiales o detalles por lo que muchas veces no las encendemos.

Aun así, es importante limpiarlas regularmente con un paño suave y seco para evitar que el polvo se acumule y estropee su estética. Si decides encenderlas, hazlo sobre una base estable, como una bandeja de resina ecológica, para evitar deformaciones por el calor. 

Cuidado de la vela antes de encenderla

Encender una vela correctamente empieza antes de acercar la cerilla. Estos pasos son clave para asegurar una combustión homogénea y segura:

  1. Recorta la mecha a unos 5 mm. Una mecha larga genera una llama inestable y demasiado grande, además de humo oscuro.
  2. Limpia el polvo y posibles restos en la superficie de la cera. La suciedad puede arder y alterar el aroma o producir chispas.
  3. Comprueba el entorno: asegúrate de que la vela esté sobre una superficie resistente al calor, nivelada y sin riesgo de caídas.
  4. Evita zonas con ventilación excesiva: ventiladores, corrientes de aire o ventanas abiertas afectarán a la llama y a la difusión del aroma.

Cómo encender una vela correctamente

Encender una vela puede parecer algo trivial, pero hacerlo mal puede afectar tanto a la seguridad como al rendimiento de la vela. Aquí tienes algunas recomendaciones:

  • Utiliza cerillas largas o encendedores de cuello largo, sobre todo si el recipiente es profundo. Así evitas quemarte o inclinar peligrosamente la vela.
  • Evita soplar para avivar la llama si no prende a la primera. Es preferible apagar, recortar la mecha si es necesario y volver a intentarlo.
  • Mantén la mecha vertical y centrada al prenderla. Si está torcida, puede provocar que la vela se consuma de forma desigual.
accesorios cuidado de la vela Lu·Candles

El primer encendido: clave para evitar el efecto túnel

El primer uso de una vela determina en gran medida su durabilidad futura. Si apagas la vela demasiado pronto en su primer encendido, es muy probable que se forme el conocido “efecto túnel”, un hueco alrededor de la mecha que impide que la cera de los laterales se derrita.

Deja que la vela se derrita por completo hasta los bordes del recipiente. Esto puede llevar entre 1 y 3 horas, dependiendo del tamaño, hasta un máximo de 4 horas. Según su tamaño:

  • Velas minis (60 mL): máximo 2 horas de encendido.
  • Velas pequeñas (136 mL): máximo 3 horas de encendido.
  • Velas medianas y grandes (250 mL / 370 mL): máximo 4 horas de encendido.

Y sobre todo, no apagues la vela hasta que la superficie de cera esté completamente líquida.

Cuidado de la vela durante el uso

El uso de una vela, además de placentero, debe ser seguro, por lo que es importante tener en cuenta las siguientes buenas prácticas:

  • No dejes la vela encendida sin vigilancia. Aunque parezca estable, cualquier movimiento o corriente de aire puede provocar accidentes.
  • Colócala lejos de cortinas, papeles, muebles o materiales inflamables.
  • No muevas la vela mientras esté encendida o con la cera líquida, ya que podrías derramarla y quemarte.
  • Evita encenderla durante más de 4 horas seguidas. Este tiempo es suficiente para aromatizar y disfrutar, y da margen a que la mecha se enfríe.
  • Por supuesto, mantén la vela alejada del alcance de niños y mascotas.

¿Cómo mantener la mecha en buen estado?

La mecha es el corazón de cualquier vela. Una mecha sana es garantía de una combustión limpia y constante por lo que si no está en condiciones óptimas, afectará a la llama, al aroma y a la estética del quemado. Para el cuidado de la mecha ten en cuenta:

  • Corta la mecha a 5 mm antes de cada encendido. Así evitarás que arda demasiado fuerte o genere hollín.
  • Elimina los extremos quemados de la mecha. Puedes usar un cortamechas o unas tijeras pequeñas. Si en el proceso el recipiente de la vela se ensucia con hollín, puedes limpiarlo pasando una servilleta de papel y quedará como nueva.
  • Corrige la inclinación de la mecha si tiende a irse hacia un lado, ya que eso puede provocar que una parte de la vela se consuma más que otra.

Apagar la vela de forma correcta

Soplar directamente sobre la llama puede parecer lo más fácil, pero no es la mejor manera de apagar una vela. Puede generar humo, esparcir cera o incluso dañar la mecha. En lugar de soplar, prueba con las siguientes opciones:

  • Usa un apagavelas o campana metálica, que sofoca la llama sin residuos ni movimiento de cera.
  • Método del baño de cera: con una herramienta o pinzas, introduce brevemente la mecha encendida en la cera líquida y vuelve a enderezarla. Esto apaga la llama sin humo y recubre la mecha, protegiéndola para el siguiente uso.

Una vez apagada la mecha y fría, es recomendable usar la tapa para evitar que caiga polvo o residuos a la cera, manteniéndola en perfecto estado hasta su próximo uso.

tapa cuidado de la vela Lu·Candles

Limpieza del recipiente de la vela

Cuando quede aproximadamente 1 cm de cera en la vela, es importante apagarla y dejar de usarla, ya que en ese punto lo que tendremos es un recipiente de cristal muy caliente.

Después, puedes limpiar el recipiente y así reutilizarlo o reciclarlo de forma segura. Pero, ¿cómo limpiar correctamente el recipiente de la vela?

  1. Mientras la cera aún está líquida, lo más sencillo es despegar la mecha con la ayuda de un cuchillo (no hace falta que corte).
  2. Vierte todo el contenido en un tarro vacío que tengas por casa.
  3. Este es el momento perfecto para despegar la pegatina de la vela a la primera sin apenas esfuerzo, aprovechando que el tarro aún está caliente.
  4. Con la ayuda de papel de cocina, limpiamos primero la parte externa del recipiente de la vela y luego el interior. Comienza por los bordes superiores y poco a poco ves llegando al fondo del recipiente. No suele quemar pero siempre es recomendable ir con cuidado.
  5. Para un acabado perfecto, llena el recipiente de la vela con agua caliente y añade unas gotas de lavavajillas. Déjalo reposar unas horas, enjuaga y sécalo bien.

Este proceso es ideal para nuestros recipientes de cristal Lu·Candles, que además tienen un diseño elegante y muy decorativo. Una vez limpio, puedes utilizar tu recipiente como:

  • Tarro para algodones o bastoncillos en el baño.
  • Pequeño macetero para cactus o suculentas.
  • Porta cerillas para encender tus próximas velas.
  • Organizador de maquillaje, brochas, joyas…
  • Portalápices.
  • Ambientador con piedras aromáticas o ceras sólidas.

 

Cuidados específicos para las velas Lu·Candles

Nuestras velas están elaboradas artesanalmente con ingredientes naturales como la cera de soja, mecha de algodón orgánico y fragancias de Grasse. Para disfrutarlas al máximo:

  • Deja que la cera se derrita completamente en cada uso para evitar el efecto túnel.
  • Recorta la mecha a 5 mm antes de encenderla.
  • Guárdalas en su caja original o en lugares frescos y secos, utilizando una tapa, lejos de fuentes de calor o luz directa.

Conclusión: alarga la vida útil con el correcto cuidado de la vela

El cuidado adecuado de la vela mejora su rendimiento y te permite disfrutar de cada esencia, de cada llama, de cada momento. Una vela bien cuidada no se apaga antes de tiempo: iluminan, relajan y aportan una belleza única.

Si además apuestas por marcas comprometidas como la nuestra, Lu·Candles, estás apostando por un producto responsable y artesanal en todos los sentidos.

Preguntas frecuentes

¿Por qué mi vela produce mucho humo?

La causa más común es una mecha demasiado larga. Recórtala a unos 5 mm antes de encenderla. También puede deberse a una combustión inestable por corrientes de aire.

¿Cuánto debe durar una vela?

Depende de su tamaño, tipo de cera y uso. Una vela de 365 gramos puede durar hasta 40 horas con un uso adecuado.

¿Puedo dejar una vela encendida mientras duermo?

No. Por seguridad, jamás debes dejar una vela sin vigilancia, incluso si parece estable.

¿Qué hago si se derrama cera en la mesa?

Evita frotar con un paño mojado ya que si la vela es aromática, lleva aceite. Lo mejor es derretir la cera que se ha derramado con la ayuda de un secador y, con un trozo de papel de cocina seco en la otra mano, ir limpiando suavemente la superficie. 

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